Nuestra directora María de Andrés ha publicado en su blog esta reflexión que compartimos sobre por qué los consumidores valoramos mejor determinadas marcas, con algunos consejos para conseguir que tus clientes comiencen a quererte.
A tus clientes ¿les cae bien tu marca?
Tocan lugares comunes, temas con los que todos, en algún momento, nos sentimos identificados. Partes de nuestras vidas, (la amistad, la familia, la salud…) que siempre valoraremos y tendremos en cuenta. Esto, junto con un producto que gusta, y una buena estrategia de comunicación, es un éxito asegurado.
- Analiza bien quiénes son, qué les gusta, cómo se comportan… Conóceles a fondo y sabrás qué debes ofrecerles para que te quieran
- No hables solo de ti, habla de ellos: Explícales cómo tus productos influyen, acompañan, cambian o mejoran su vida. El escenario de tu comunicación tiene que ser la vida de tus clientes. Encuentra el sitio que te gustaría ocupar en ella y haz que toda tu comunicación gire en torno a que los propios clientes te coloquen allí
- Sé natural y humilde. Dos valores que de por sí caen bien. Si volvemos al ejemplo de Coca Cola, líder indiscutible en su área, ¿alguien les ha oído decir alguna vez somos los mejores? No. Ellos dicen, somos únicos, somos diferentes, estamos en todos los momentos importantes de tu vida. Estamos contigo y te acompañamos en tu día a día. No dicen estamos sobre ti ni somos más que tú.
- Emociona, claro. Busca la fibra sensible de tus clientes, pero no cualquier fibra. Sino aquella que pueda relacionarse con tu producto o servicio. Hazles ver que te preocupas o colaboras con aquello que a ellos les importa
- Escúchales, respóndeles, atiéndeles como necesitan: Tienes las redes sociales a tu disposición para saber qué dicen, qué quieren o qué les preocupa y responderles directamente. Aprovéchalas
- Crea historias a tu alrededor: El storytelling es clave para generar empatía con tus consumidores. Y si la consigues, esa empatía hará que tus clientes se conviertan en los nuevos canales que cuenten tu historia a otros posibles clientes. Serán tus prescriptores y de esa forma, comenzarás a notar que comienzan a quererte.
Sobre todo, lo que debes pensar es si estás haciendo algo para que te quieran o solo estás «dejándote querer».